La Cámara de Empresas de Servicios Petroleros de Río Negro (Casepe) abrió una nueva oficina en la ciudad de General Roca la semana pasada y se reunió con el intendente Martín Soria. El organismo, con base real de operaciones en Catriel, reúne a más de 60 pequeñas y medianas empresas del sector, dedicadas a lo que se denomina servicio de superficie, que dan trabajo a unas 3.000 personas en la provincia.
Su presidente, Ramiro Arceo, reconoce que el corrimiento del mapa petrolero hacia otras localidades como Allen, Fernández Oro, Cinco Saltos e incluso Roca empujaron los objetivos de la cámara empresarial hacia nuevos territorios. Sin embargo reconoce que, pese a las expectativas, la dilación en la renegociación de los contratos petroleros, más allá del acuerdo con Petrobras, tiene en alerta a los empresarios que nuclean.
«A partir de la ley de renegociaciones se incorporan dos cuestiones que vemos como muy positivas de ser incorporadas en el mediano plazo. Por un lado la creación de una mesa de seguimiento de los contratos renegociados en la que, como cámara, tenemos un lugar. Y, por otro, la obligación de preferencia para las empresas rionegrinas», explica Arceo.
No todas las empresas nucleadas en la cámara cuentan con las certificaciones de calidad requeridas por las operadoras, algo que el titular de Casepe reconoce pero espera que se pueda revertir en el mediano plazo. «Somos optimistas de que todas puedan generar la estructura para certificar y un poco nuestra tarea es relacionarlas con las certificadoras», dice Arceo, quien sin embargo reseña que «como hay trabajos que las operadoras tienen contratados específicamente con sus proveedores, hay otros que se pueden delegar a las empresas locales». En este sentido compara lo que ocurre con la ley del Compre Neuquino donde «nosotros no podemos prestar servicios allá, por lo que nos parece injusto que tengamos foráneos acá».
Arceo destaca el trabajo y la jerarquización de la Secretaría de Energía de la provincia en el ordenamiento de la actividad petrolera y su planificación. Pero también reconoce los rumores en su sector por el atraso en el cierre de los contratos con el resto de las concesionarias.
«Nosotros empezamos a movernos ya en el último período del gobierno y cuando asumió el nuevo gobierno nos pidieron tiempo para conseguir mejores condiciones para la provincia y para que los contratos sean más claros. Nosotros lo entendimos, pero ahora hay preocupación porque se ha dilatado un poco y sólo se conoce lo de Petrobras», dice y completa señalando que «las empresas generan sus presupuestos en la segunda mitad de año para ejecutarlo en el siguiente, por esto es que vemos que estamos justos de tiempo».