Un respaldo al contrato se generó por los representantes de los sectores económicos y gremiales. Así, el legislador y gremialista Rubén López defendió el acuerdo para que se «radiquen empresas petroleras en Río Negro» y «compren todas las cosas en la provincia porque no queremos más que empresas de otras provincias nos traigan el trabajo hecho» y ocupen «dos o tres obreros».
Defendió al gobierno rionegrino y aceptó evaluar bien la «contaminación de las aguas y de los ambientes», pero respaldó el entendimiento.
Por el sindicato del Petróleo, Ceferino Leiva recordó que 700 obreros trabajan en la zona de Petrobras y repitió su apoyo para su aprobación, valorando el trabajo de Gesualdo.
Carlos Soraire habló por la Federación de Entidades Empresariales y destacó que la propuesta es «alentadora» y «positiva», insistiendo con su concreción porque Catriel se «está quedando sin trabajo». Ramiro Arceo de la Cámara de Empresas de Servicios se alineó con el acuerdo para evitar que «las operadoras sigan con incertidumbre».