Daniel Scioli estará en Mar del Plata y en La Matanza, centro de gravedad del peronismo bonaerense. Mauricio Macri eligió la Quebrada de Humahuaca, con miembros de pueblos originarios.
BUENOS AIRES | Después de un extenuante calendario electoral que se inició con los comicios para gobernador de Neuquén en abril pasado, las campañas para elegir presidente llegan hoy a su fin. Con diferentes estilo y formato, Mauricio Macri y Daniel Scioli cierran hoy su actividad proselitista de cara al balotaje del domingo. La propaganda política tendrá una noche más de vida, hasta las 8 de mañana viernes, cuando será suspendida toda difusión de acuerdo con la ley electoral. El alivio será entonces para los electores.
Las dos campañas tomaron un ritmo diferente esta semana, después del debate que enfrentó a los candidatos el domingo último en la facultad de Derecho de la UBA, fuera de cualquier valoración, un punto de inflexión en la cultura política argentina. Macri pareció dar por superada la prueba del debate y decidió limitar sus apariciones públicas casi exclusivamente a los medios. Scioli en cambio le imprimió más vértigo y continuó con su gira por el interior del país, que lo llevó ayer a Rosario, Santa Fe y Paraná.
Hoy protagonizarán los actos de cierre: Macri en el monumento a los Héroes de la Independencia en Jujuy, y Scioli en dos etapas: primero en Mar del Plata, en el Centro de Educación Física, pegado al Casino, y a la noche en un polideportivo de La Matanza, centro de gravedad del peronismo bonaerense.
Lo de Macri ya se ha contado aquí. El jefe de gobierno porteño busca darle un último barniz federal a su candidatura con su aparición final en Jujuy, distrito donde se impuso el 25 de octubre el radical y aliado Gerardo Morales, en uno de los principales golpes electorales que dio la oposición.
Macri quiere apoyarse en la presencia de las comunidades originarias de la provincia con una puesta que, se anticipó, será de estilo cinematográfico, en el atardecer, con en el colorido marco –es literal- de la quebrada de Humahuaca. El jefe de gobierno porteño ya había sorprendido diez días atrás con su visita al improvisado campamento de la comunidad Qom en plena Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. Ese pueblo reclama desde hace meses sin éxito una audiencia con la Presidenta.
Pero además, los formadores de discurso de Cambiemos insisten en que en Noroeste será una de las prioridades de inversión en materia de infraestructura en un eventual gobierno de Macri. En su espacio aseguran que la región dará un vuelco en poco tiempo: prometen una gestión de «ingenieros».
Scioli ha programado esta semana un cierre en etapas, que se cumplirá con los dos actos de hoy. El gobernador saliente de Buenos Aires ha adoptado como propia la ciudad de Mar del Plata, donde se presentará este mediodía. El peronismo perdió allí las elecciones locales –la intendencia de General Pueyrredón- a manos de Cambiemos. A la tarde viajará a La Matanza, un distrito de enorme peso electoral en la provincia y que el peronismo logró retener.
Scioli hizo un balance positivo de su desempeño en el debate. Su equipo asegura que logró cumplir con sus dos principales objetivos: asociar la figura de Macri a la idea del ajuste y tomar distancia del gobierno de Cristina Kirchner.
En su trinchera reconocen el vuelco en el perfil de Scioli, de candidato conciliador y abierto al diálogo, a esta versión más crispada y confrontativa. Dicen que Scioli se adaptó a este nuevo molde, obligado por la urgencia. «No teníamos otra opción: había que presentar una campaña blanco contra negro», sostienen en defensa de su signo negativo.
La campaña no dio tregua en todo el año. Para la veda habrá que esperar a mañana, después del desayuno. Tiempo de reflexión y análisis para el ciudadano, que el domingo dará su veredicto.