Los jueces de la Cámara Primera en lo Criminal de Cipolletti dieron por hecho que fue el autor de los disparos que provocaron la muerte a Marcelo Grosso. La defensa puede apelar el fallo.
Kevin Ortiz fue condenado a 15 años de prisión por el homicidio de Marcelo Grosso, ocurrido en Catriel en mayo del 2015. Así lo dictaminó la Cámara Primera en lo Criminal de Cipolletti, cuyos jueces consideraron suficientes las pruebas presentados por el fiscal Gustavo Herrera para condenar a Ortiz por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
En los alegados el fiscal pidió 22 años para el único imputado, mientras que el defensor solicitó la absolución “por el beneficio de la duda”.
El presidente del tribunal, Julio Sueldo, acreditó “con el grado de certeza requerida”, a través de la prueba recolectada, que Ortiz fue el autor de los disparos que le provocaron la muerte a Grosso.
Si bien en la sentencia Sueldo tomó en cuenta otros agravantes, entre ellos señaló que “ se trató de un ataque con planificación previa”. En favor del enjuiciado advirtió su corta edad, su situación socioeconómica y la paternidad de un niño de pocos meses de vida. Por eso resolvió que la condena sea de 15 años y no de 22 como había solicitado la fiscalía. En tanto, Barrionuevo aseguró que ninguno de los testigos pudo “acreditar” la presencia de Ortiz en la vivienda de Grosso la noche del hecho. La Justicia no encontró el arma homicida. La defensa tiene diez días hábiles para apelar la decisión.
El tribunal estuvo presidido por el camarista Sueldo e integrado por los vocales Alejandra Berenguer y Álvaro Meynet. Durante el debate declararon al menos doce personas, entre ellos algunos testigos que estaban en el interior de la vivienda al momento del hecho. También se presentaron vecinos, policías y peritos.
Según la fiscalía, Ortiz fue a la casa de Grosso, introdujo su mano derecha por una ventana y sin ingresar le efectuó entre cinco y seis disparos.