«No tienen pruebas», dijo Gebruers
El abogado que defiende a los tres detenidos en el marco de la causa asegura que no existen pruebas para tenerlos en esa condición. Afirma que la investigación lleva dos meses y ninguno de los testigos que declararon vio nada. Insiste en que se estudien nuevas hipótesis.
El abogado santarroseño Omar Gebruers, quien defiende a los tres detenidos por los supuestos casos de abusos sexuales ocurridos en 25 de Mayo, insistió ayer en que no existen pruebas para mantener la prisión preventiva de sus defendidos. Aseguró que la decisión del juez de Control, Héctor Freigedo, por pedido de los fiscales y las querellas, de mantenerlos en prisión respondía en parte a la presión de un grupo de vecinos de 25 de Mayo, entre los cuales están los denunciantes.
El caso fue denunciado a mediados de mayo. Un grupo de padres se presentó a la Justicia y denunció que sus hijos habían sufrido situaciones de abuso sexual en el JIN 12. Apuntaron contra un profesor de educación física que trabaja como administrativo en la Coordinación de la Zona II del Nivel Secundario y una maestra de una de las salas de 4 años que funcionaba a metros a la oficina del hombre. Semanas después, se presentaron cuatro nuevas denuncias y fue detenida otra maestra jardinera, del turno tarde.
Los denunciantes aseguran que el hombre, con la complicidad de las maestras, retiraba a los niños del JIN 12, los trasladaba a una chacra de su propiedad y abusaba de ellos e inclusive tomaba imágenes de los hechos.
El viernes, durante una audiencia realizada en 25 de Mayo, Gebruers solicitó la liberación de los tres, a quienes cree inocentes. Adujo que ninguno intentaría fugarse y que no había posibilidad de que obstruyeran la investigación, pero su pedido fue denegado.
-¿Qué pruebas tiene la Justicia para mantener la prisión preventiva?
-No tienen pruebas. En realidad, dicen que es porque se tienen que investigar los otros hechos denunciados y aun no formalizados, porque falta hacer una Cámara Gessell de los casos que están formalizados y probablemente de los que se vayan a formalizar. Los fiscales dicen que van a pedir una investigación compleja, que llevará uno o dos años, y que ellos (los acusados) pueden incidir en los testigos para que no declaren en su contra. Además de esto, alegan que hay una expectativa de pena que, según dijo Agüero (Armando, uno de los abogados querellantes) y repitieron los fiscales, es de 8 a 50 años. Ellos aducen que, con esa expectativa de pena, si los dejan en libertad, se van a profugar.
-¿Qué argumentó usted para pedir la excarcelación?
-Ofrecimos una garantía real con bienes registrables pero tampoco fue suficiente. Por otro lado, ofrecimos que fueran a firmar una vez por día a la comisaría más cercana y tampoco lo aceptaron. Hubo una gran presión de los padres que fueron en un número superior a 40 que estuvieron presentes en la audiencia sin ni siquiera acreditar su identidad. Fueron en una clara actitud de presión a los fiscales, al tribunal, al juez de control para que mantuviera esta medida. Se mantuvieron todos dentro de la sala, todos con remeras alusivas al caso. Habían llevado pancartas y demás y, si bien tuvieron una actitud de silencio durante la audiencia, eso no pasó desapercibido para quienes tienen que decidir.
-¿La Justicia está decidiendo bajo presión?
-Están presionados, estoy seguro.
-¿Qué pruebas constan en el expediente contra sus defendidos?
-Hay nueve Cámaras Gessell, las ocho primeras ya habíamos comentado que eran negativas, ya que uno solo de los chicos mencionó al imputado por el apellido, pero ese testimonio fue calificado de «contaminado» no solo por el ámbito familiar sino por el conocimiento público de las noticias. En la última Cámara Gessell que se realizó, el niño no mencionó a los imputados pero habló de una chacra. Dijo que le había conocido la cara al dueño de la quinta no porque lo haya visto, sino por Facebook. Esto indica que alguien le mostró la cara del imputado. A su vez, dijo que a esa quinta había ido con su madre, con su abuela, sus hermanos y sus primos. Creo que lo mejor es optar por tomar el testimonio como no creíble.
-¿Qué otros elementos hay?
-Luego están los testimonios indirectos de los padres, no corroborados por ninguno de los chicos. Además, todos los dichos de los padres son contradictorios entre sí, unos hablan de un tipo de hecho, otros de otras cosas, la mayoría coinciden en la Renault Traffic que no existe, ni ha sido detectada. La única Traffic que detectaron fue la de la candidata a viceintendenta de Compromiso Peronista, que luego la tuvieron que restituir y terminaron pidiendo disculpas.
-¿Está acreditado por informes médicos que hubo abusos?
-Lo que está acreditado es que hay seis chicos con lesiones compatibles con abuso sexual y de larga data. No coincidimos con el informe médico que las lesiones sean compatibles con acceso carnal. Los estudios de ADN.
Lo que viene para la causa de los supuestos abusos sexuales en 25 de Mayo depende de los resultados que arrojen los cotejos de las muestras de ADN tomadas a los niños y a los acusados y recogidas en la chacra del profesor de Educación Física.
«Coincido en que pueden ser fundamentales, pero siempre con la salvedad de que el secuestro (de toallas, sábanas y frazadas en la chacra del imputado varón) se hizo 20 días después de haberse clausurado la quinta y de haberse mantenido bajo custodia del Ministerio Público. Así que no podemos asegurar que haya sido garantizada la cadena de custodia. Incluso tenemos información de algún fotógrafo o periodista que fue a la chacra y la policía le permitió ingresar a tomar fotografías», dijo Gebruers.
Otra prueba que resta conocerse es el perfil psicológico de los imputados, trazado por los psiquiatras forenses. «Tenemos un adelanto de nuestro perito de parte, quien nos aseguró que no hay ningún tipo de desvío en la esfera psicosexual de nuestros defendidos», dijo el defensor.
Hasta ahora declararon alrededor de 40 testigos. En todos los casos, nadie vio nada que incrimine a los tres detenidos: niños saliendo del jardín en horario de clases, niños ingresando a la chacra o subiendo a una Traffic.
«Algunos de los testigos que propusimos, especialmente importantes, no fueron convocados, por ejemplo vecinos de los chicos supuestamente víctimas que pueden estar conociendo algunas actitudes de maltrato a los chicos en sus domicilios. También pedimos informes de antecedentes de violencia intrafamiliar a todos los organismos policiales y judiciales del lugar, pero tampoco lo aceptaron», aseguró Gebruers.