La empresa acusó a dos puesteros y éstos reclaman la titularidad del campo
CATRIEL | Un derrame de petróleo en Señal Picada afectó la zonas rurales de Peñas Blancas y Valle Verde debido a que durante 3 días dos puesteros del lugar bloquearon el acceso al yacimiento en que se originó el siniestro, agravando con ello el vertido.
El hecho se produjo alrededor de las 3 de la madrugada del domingo. Ese día se rebalsaron las baterías 2 y 3, del yacimiento YPF Señal Picada, a 50 kilómetros de Catriel, lo que produjo el derrame de 350 m3 de crudo.
A raíz de la situación, el titular del Juzgado 4 de Cipolletti, Santiago Márquez Gauna, tomó declaración ayer a a los puesteros Sergio Gamboa y Juan Fernández. Ambos cortaron el acceso para «exigir que se haga el saneamiento como corresponde» dijo Fernández.
Desde la petrolera informaron que «no se nos permitió ingresar al campo a sanear»
En el mediodía de ayer, tras la intervención de Márquez Gauna y en compañía de efectivos policiales, cuadrillas de la estatal YPF pudieron ingresar al campo a maniobrar la situación, que hasta ese momento había sido controlada desde el exterior.
Más allá de las pérdidas para la petrolera y de la conmoción que produjo el derrame en los lugareños, quienes tuvieron que mantener encerrados en los corrales a los animales para evitar que pudieran ser víctimas del incidente, ya que los puestos están a escasos 2 kilómetros de las baterías en cuestión, la situación sacó a la luz el cruce entre la empresa y los puesteros a raíz de un conflicto de dominio territorial
Desde la empresa estatal se comunicó que «Sergio Gamboa y Juan Fernández bloquearon los ingresos al yacimiento Señal Picada, para reclamar a YPF y las contratistas que les paguen a ellos y no a las personan que figuran como dueñas» se informó.
La petrolera asegura que Gamboa cortó todos los accesos del yacimiento, argumentando que «las empresas contratistas no le pagan por usar el campo».
En tanto, actualmente, Gamboa y Fernández tienen un juicio de usucapión iniciado el 30 de octubre del corriente, contra los propietarios del campo.
En este sentido, Fernández dijo que: «Mi bisabuelo llegó al lugar en 1933, por generaciones nuestra familia vivió ahí. Hace poco nos enteramos que la provincia le había dado nuestras tierras a un tal Grondona, que no sabemos quién es y nunca vino por acá. Ahora las empresas no nos reconoce como dueños, cuando saben que estamos acá desde toda la vida» dijo Juan Fernández.
En relación a los hechos acontecidos, «la justicia investiga si hubo más daños o intencionalidad en los mismos» informaron desde YPF.