La Asociación de Trabajadores del Estado de Río Negro anunció un paro por 24 horas que se concretará el próximo martes. El objetivo es meter presión al Gobierno para que incremente el ofrecimiento salarial y se acerque así a lo solicitado oportunamente por el gremio.
Según se informó, la medida de fuerza alcanzará a todas las dependencias estatales provinciales, los distintos municipios en conflicto, comisiones de fomento y la mayoría de los organismos nacionales.
Si bien las asambleas sectoriales definirán la modalidad de protesta a adoptar durante esa jornada, se asegura que el paro tendrá expresión en la mayoría de las ciudades. Además, anticiparon que realizarán tres concentraciones centrales. Una en la zona Andina, léase Bariloche, la del sector atlántico que se llevará a cabo en Viedma y la del Alto Valle que tendrá lugar en Roca.
Desde el sindicato indicaron, en conferencia de prensa, que “se resolvió dar inicio a un plan de lucha para enfrentar el ajuste y la baja de salarios que se pretende legalizar en la provincia, como así también para rechazar de manera absoluta cualquier intento de instaurar el presentismo en el Estado”.
Además, reiteraron el reclamo del pase a planta permanente de todos los contratados y becados, la restitución de la antigüedad, el pago y aumento de adicionales, el mejoramiento de las condiciones edilicias en la mayoría de los establecimientos, mayores presupuestos para escuelas, hospitales y programas sociales, la devolución de los días descontados por huelga, el 82 por ciento móvil para todos los jubilados y la derogación del impuesto, entre otros.
El secretario general de ATE Río Negro, Rodolfo Aguiar, aseguró que desde hace tiempo han intentado explicar al Gobierno el importante rol que cumplen los trabajadores dentro del Estado, pero -lamentó- «hay voluntad política para que exista un mínimo reconocimiento”.
A su vez, el dirigente manifestó su preocupación por la pérdida del poder adquisitivo percibido por los empleados públicos de la provincia en los últimos meses y aseguró que al aumento propuesto por el Ejecutivo se ubica muy por debajo de la inflación prevista para este año.
«Los trabajadores estatales tenemos derechos y no podemos asumir un rol pasivo o ser meros espectadores cuando nos bajan el sueldo y nos precarizan nuestras fuentes de empleo», concluyó.