Gustavo Gennuso, el candidato del gobernador Alberto Weretilneck, se impuso por un muy amplio margen en las elecciones municipales de ayer y le quitó a la kirchnerista María Eugenia Martini (FpV) la posibilidad de seguir gobernando Bariloche.
Fue tan buena la elección que el ahora jefe comunal electo obtuvo casi la mitad de los votos positivos que colocaron los barilochenses en las enormes urnas de la boleta única. De esa manera garantizó también la mayoría propia en el Concejo.
«Llegó el momento, carajo», se distendió hacia las nueve de la noche Gennuso, antes de cederle la palabra al gobernador, que cerró los discursos en los festejos. Unos minutos antes, entre militantes apenados, Martini había reconocido la derrota.
Gennuso, que era la tercera vez que peleaba por la intendencia, aprovechó el envión del triunfo de Weretilneck en Bariloche hace poco más de tres meses. Se pegó a la imagen del gobernador, en aspectos que van desde la elección del nombre de la fuerza (Juntos Somos Bariloche) y la selección del jingle de campaña, hasta la cuestionada utilización de actos oficiales de entrega de beneficios sociales para sumar la imagen del candidato.
El resultado de Martini aparece entonces como una continuación de la derrota del senador Miguel Pichetto en las elecciones provinciales del 14 de junio.
En el gobierno provincial la elección llegó sin sorpresas porque las encuestas que anticipaban el triunfo estaban en el escritorio de Weretilneck desde hace semanas.
Martini, que recibió en estos años el apoyo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de los principales referentes del kirchnerismo nacional y del peronismo de Río Negro, llegó a las elecciones de ayer casi sola; ni siquiera el intendente de Roca, Martín Soria, su gran aliado, la acompañó en el tramo final de la campaña, que estuvo signada por las complicaciones en la gestión municipal y los tironeos por la fecha de la elección.
Boleta única
La boleta única, que por primera vez se utilizaba para una elección completa (en 2013 se usó para elegir al intendente que completara el mandato del destituido Omar Goye), tuvo un paso casi sin inconvenientes por los cuartos oscuros y casi sin errores (el nivel de votos nulos fue bajo).
Es difícil entender si la cantidad de votos en blanco que tuvo el tramo de concejales se debió a que muchos tildaron al candidato a intendente creyendo que optaban por la lista completa o que deliberadamente decidieron no hacer opción por ningún partido en ese tramo.
Entre Gennuso y Martini concentraron el 70% de los votos; el 30% restante se lo repartieron entre los otros cinco candidatos. Carlos Aristegui, del Pro, no llegó al 9% de los votos; y Osvaldo Nemirovsci apenas superaba los votos en blanco.
Por la gran cantidad de votos en blanco que tuvieron los concejales de Juntos Somos Bariloche, la representación de esta alianza en el Concejo será reducida en relación con el apoyo popular que obtuvo Gennuso (ver página 8).
Cambios
La ciudad tendrá su cuarto intendente en siete años. La muerte de Alberto Icare precipitó la elección en la que se impuso el radical Marcelo Cascón, cuyo intento de ser reelegido chocó con el triunfo del peronista Omar Goye, que fue destituido al año de gestión. Asumió entonces Martini, que era presidenta del Concejo y que meses después se impuso en los comicios para completar el mandato trunco. Bariloche optó ahora nuevamente por el cambio.