CATRIEL | Pérdidas considerables se registraron durante un incendio ocurrido en la mañana de ayer. El fuego se produjo en el quincho de una vivienda ubicada sobre la avenida Roque Sáenz Peña al 100, propiedad de una familia que hace poco menos de quince días fue víctima de un intento de asalto a mano armada.
Esta vez, pasadas las 9, la sirena del cuerpo de bomberos voluntarios alertó del siniestro que sucedía en la transitada arteria de la ciudad, detrás del conocido kiosco conocido como «De la Gallega».
Hasta allí llegó presuroso un grupo de vecinos que primero cortaron el gas, abrieron el portón de un taller contiguo y desde allí abrieron la puerta lateral que da al fondo de la vivienda, donde presuntamente había explotado el envase de un aerosol que se encontraba entre la basura que el dueño de casa quemaba en el quincho y que, según se indicó, habría sido el origen del incendio.
Los daños
Muebles, ropa quemada, herramientas y lavarropas serían algunas de las pérdidas detalladas por María del Carmen Fernández, la mujer que atendía el quiosco a la hora del hecho.
Afortunadamente no hubo personas afectadas, ni las llamas se extendieron hasta las demás dependencias, aunque el humo afectó parte de una habitación «y el susto fue grande» dijo María Jesús Nieto, la otra ocupante de la casa, hija del matrimonio, quien tuvo que salir presurosa de su cuarto debido a la cercanía con el lugar afectado.
«A ver cuándo se nos corta la mala racha» dijo la quiosquera, la misma mujer que el pasado 18 de abril logró frustrar un intento de robo en su kiosco después de correr a empujones al delincuente. «Después del robo intentaron meterse por la parte de atrás del negocio y ahora esto» expresó abatida la mujer, de edad avanzada.