Armas, sangre, violaciones, órganos sexuales en primer plano, mujeres degradadas, violencia y drogas.
Mendoza | La subsecretaria de Educación, Mónica Soto, aseguró que las polémicas publicaciones serán sacadas de las bibliotecas y quedarán en las direcciones de las escuelas. Finalmente, y luego de la extensa polémica que generaron los libros con explícito contenido sexual enviados por la Nación a Mendoza, la Dirección General de Esscuelas decidió “guardar” los ejemplares hasta que se decida qué se hará con esas publicaciones.
Así lo hizo saber esta noche la subsecretaria de Educación, Mónica Soto. “Quedarán en guarda en la dirección de los establecimientos escolares y no serán llevados a las bibliotecas”, aseguró la funcionaria. En tanto, el Ministerio de Educación de la Nación emitió un comunicado en el que justifica el envío de los libros.
«El Ministerio de Educación de la Nación informa que ciertos títulos destinados al nivel secundario que han sido incorporados al Operativo Nacional de Entrega de Libros, fueron seleccionados y aprobados por una Comisión Asesora Federal del Operativo en el año 2010”, afirma el comunicado.
“Se trata de las obras Sin novedad en el frente, de Patricia Breccia; El inspector Justo y otras historias, de Sanyú; y Peter Capusotto, el libro, de Diego Capusotto y Pedro Saborido”.
“Estos libros integraron la selección 2010 del Operativo, y fueron adquiridos por la cartera educativa durante 2012”. La Nación explicó que la selección de estos materiales estuvo a cargo de una Comisión Asesora Nacional, integrada por especialistas en literatura infantil y juvenil designados por cada una de las 24 jurisdicciones.
“Una vez concluido el análisis de los materiales propuestos por las editoriales, la Comisión emitió un informe en el que se mencionaron los siguientes aspectos”, justifica.
“Esta colección ha sido pensada para acercar a los alumnos del ciclo básico y del ciclo orientado de la Escuela Secundaria múltiples lecturas de los géneros tradicionales y de los nuevos géneros –tales como la historieta, la novela gráfica y el libro-álbum– que involucran lenguajes y formatos poco explorados hasta hoy en la escuela y, muchas veces, lejanos en apariencia al mundo adulto”.
Luego de explicar que estas historietas acercan a los chicos a “lenguajes poco explorados” ratifica que no son para trabajar en materias del aula, sino para que los alumnos puedan leerlas en las bibliotecas escolares.
“Será tarea del profesor o el bibliotecario contextualizar las obras en el tiempo y espacio en el cual han sido concebidas, para acortar la distancia entre la obra y sus posibles lectores”, dice.
Los libros de la polémica
Los docentes mendocinos, sin embargo, se sorprendieron al abrir el envío que llegó desde la Nación.
El director de la escuela técnica Ingeniero Guillermo Villanueva de Maipu fue quien se animó a tirar la primera piedra, hablar y a denunciar la situación ante los medios. Escandalizado, Osvaldo Calvente decidió él mismo no poner los libros en la biblioteca de la escuela y no dejar que estén al alcance de los alumnos.
“Periódicamente llegan libros de la Nación por encomienda a las escuelas de Mendoza. Esta caja llegó hace más o menos diez días. Yo tengo ordenado a las bibliotecarias que abran las cajas y revisen el material por si encuentran alguna cosa rara”, afirmó a Los Andes.
“Gracias a Dios lo revisaron minuciosamente y detectaron que en un paquete de 30 libros había 10 libros con este contenido”, contó el docente.
“Son de lectura como podría ser Mafalda, que también nos llegó. Uno debe chequearlo, inventariarlo y después los difunde entre los profesores de lengua. Yo decidí retirarlos inmediatamente, esto no va a estar nunca en la biblioteca”, sentenció.
“Para eso soy director de la escuela”, aseguró. Una de las historietas, por ejemplo, se llama “El inspector justo”. Si uno se adentra en la historieta ve imágenes irreproducibles incluso para este diario. En la historia del inspector que se entregó para que los estudiantes lean en lengua se ven armas, sangre, violaciones, órganos sexuales en primer plano y mujeres degradadas y drogadas.
“Así como llegó la caja, la escuela la tuvo que archivar”, se animó a contar Raquel, preceptora de una escuela de Dorrego que quiso dejar el nombre del establecimiento en el anonimato. “Nadie se quiere meter, pero yo dije no. Hay que decir algo”, reveló a Los Andes.
“Esto no puede quedar así. La gente tiene que saber lo que está mandando el Ministerio de Educación a nuestros niños”. “El día viernes ya avisé en supervisión de este asunto y hasta ayer no han tomado cartas en el asunto», contó Calvente.
“Decidí hacer público esto porque más allá de que sea director soy cuidadano argentino. La educación está mal por donde se la mire y esto es parte de la improvisación que existe a nivel nacional y a nivel provincial”, afirmó el directivo sin miedo. “Siempre digo que esto no puede ser y termino discutiendo con supervisores que son el jamón del sándwich entre nosotros y la Dirección General de Escuelas”.
“Para mí, la escuela es una institución que tiene que ofrecer otra alternativa al conocimiento, que no sea ese conocimiento basura que tienen a través de Internet o de la calle”. “Si le niega esa alternativa ese chico se va a formar mal”, sentenció. “Hay apología del sexo, de las drogas y hasta de la zoofilia”, afirmó.