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La nafta podría bajar $ 2,50 si aprueban en el Congreso la modificación de la ley

Si se extienden los beneficios, costará un 23% menos. En el gasoil, la reducción sería de $ 1,50 por litro.

La nafta podría bajar $ 2,50 si aprueban en el Congreso la modificación de la leySi se aprueba en el Congreso el proyecto para modificar la ley de impuestos a los combustibles líquidos, las naftas súper y premium pasarían a costar en promedio 2,50 pesos menos por litro en Neuquén y Río Negro. En el gasoil, el impacto sería tan sólo de 1,5 pesos.

El cálculo es estimativo porque no existen valores de referencia y surge de las planillas de precios de venta que publica la Secretaría de Energía de la Nación. En términos porcentuales, representa una baja que iría del 18 al 23%.

Una gran confusión generó ayer la comunicación de la propuesta, presentada en el Senado por el rionegrino Miguel Pichetto y el neuquino Guillermo Pereyra. Se insinuó que la rebaja podría alcanzar el 50% del precio, algo muy poco probable si se revisa la estructura de costos de combustible en Argentina (ver recuadro).

El proyecto de ley que obtuvo dictamen esta semana tan solo se limita a modificar los límites geográficos de la exención impositiva al impuesto a los combustibles, más conocido como ITC.

Actualmente, ese beneficio sólo alcanza a las localidades que están por debajo del paralelo 42, incluyendo a pocos pueblos por encima, como El Bolsón o Sierra Grande en Río Negro.

La propuesta de los legisladores locales plantea extender ese beneficio a toda la Patagonia, incluyendo a Carmen de Patagones en Buenos Aires y La Adela en La Pampa. El argumento que se utiliza es que en estas latitudes las distancias entre poblaciones son mucho mayores que en otros núcleos de más densidad urbana.

También se argumenta que el 84% de todo el petróleo que se produce en el país sale de esta región, que curiosamente -sobre todo por razones logísticas-, pagan el combustibles más caro que en Buenos Aires.

Menor diferencia

En alguna época, las diferencias entre la zona beneficiada y el resto del país alcanzaba el 50%. Pero a pesar de tener un peso muy grande en el surtidor, el ITC fue perdiendo lugar en el precio final.

Actualmente, se grava con este tributo el 55,8% del valor FOB de las naftas y el 18,1% del valor FOB del gasoil.

Además, también se paga una tasa hídrica, que se creó para destinar fondos a obras contra las inundaciones.

En la práctica, todo ese dinero que ingresa por impuestos entra a Rentas generales y con eso termina en el complejo laberinto del gasto público.

Un 40% de impuestos

Cada vez que se llena el tanque del automóvil, 4 de cada 10 pesos que se gastan van derecho a las arcas del Estado nacional. Si se cuentan impuestos provinciales, el monto que termina en algún erario público es aún mayor.

Según la Carta Energética de Montamat, a valores del año pasado, el 46% del precio de surtidor representa el costo de combustible, el 28% el ITC y la tasa hídrica y el 12% el IVA (que grava sólo el valor FOB). Esto deja un 12% de margen para el estacionero (que aún debe pagar impuestos locales) y un 1,3% de costo para el flete.

Los números muestran que una rebaja del 50% sería prácticamente inviable, porque implicaría que el Estado le quite la totalidad de los impuestos a los combustibles, y aún así tendría que subsidiarse el producto o bien alguno de los eslabones de la cadena de refinación y venta resignar precio.

Es llamativa a su vez la gran dispersión de precios que existe en el país: es prácticamente imposible encontrar valores idénticos en las distintas provincias argentinas.

 

Fuente: Diario Río Negro

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