Los gremios petroleros y las principales empresas del sector seguirán afinando el lápiz. El martes volverán a reunirse en Buenos Aires y allí podrían rubricar el acuerdo salarial por el que los sindicatos presionan desde principios de mes. Mientras tanto, el paro seguirá en “suspenso”, a la espera de un acuerdo definitivo.
La cámara que agrupa a las firmas del sector y buena parte de los sindicatos de todas las cuencas petroleras del país se reunieron una vez más en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, en Buenos Aires, en una instancia habilitada luego del ímpetu inicial con el que las entidades habían reclamado la modificación de Ganancias.
“Lo más probable es que todos tengamos que poner un poco de voluntad para terminar acordando. La negociación está bien encaminada. Hay un tire y afloje. Veremos qué termina sucediendo el martes”, trazó un panorama el secretario adjunto del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Rircadro Astrada.
“Hay una buena predisposición de todas las partes”, agregó.
La entidad que representa a los petroleros había llevado la voz cantante la semana pasada, cuando anticipó, en boca del titular del sindicato, Guillermo Pereyra, que reclamaría unos 50.000 pesos como bono de fin de año para sopesar el descuento impositivo en los haberes.
Los petroleros habían reclamado que el monto se pagara en tres meses (enero-marzo). Es la salida que antepusieron como respuesta a la negativa de Nación de modificar el impuesto.
Con el correr de las horas, circularon, aunque de modo extraoficial, otros números.
Así, según trascendió, la cifra podría ascender a unos 30.000 pesos, en la misma cantidad de cuotas, más el reconocimiento de un pago en concepto de los descuentos por el impuesto (algunos dicen que de cerca de 7.000 pesos).
El gremio conducido por Pereyra llega a esta instancia de negociación con un convenio salarial todavía vigente hasta el 31 de diciembre próximo.
Es una situación diferencial respecto de otras entidades sindicales, y que de algún modo da cuenta del poder de daño con el que cuenta el gremio con base en Neuquén: ni más ni menos que afectar, como ya lo hizo meses atrás la producción petrolera de la provincia, en medio de un año importante en materia de inversiones en Vaca Muerta.
Astrada ratificó que el paro continuará suspendido, a la espera de una respuesta. Y afirmó que el “martes continuará la negociación”, si bien hasta entonces habrá nuevos encuentros, ya por fuera de la órbita formal de Trabajo.
Para la Nación, no es una negociación más, ya que también será una de las que actuará como parámetro para el resto de los reclamos del arco sindical, con la llegada de fin de año.