Escandalosa sesión en Diputados. El FpV consiguió un ajustado quórum y dio media sanción a 96 leyes. Muchas implican una afectación de partidas presupuestarias.
BUENOS AIRES | El kirchnerismo exhibió fisuras en la Cámara de Diputados, donde consiguió aprobar la media sanción a la ley para crear Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) como sociedad del Estado, dentro de un paquete que incluyó un centenar de proyectos. Lo hizo en la última sesión especial del año y con un ajustado quórum que tuvo problemas para sostener en un día tenso.
El ultrakirchnerista Carlos Kunkel se ausentó en la primera parte de la sesión y también el miércoles en la reunión en Olivos, cuando la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, recibió a los diputados. Luego apareció para garantizar el quórum.
El oficialismo padeció la ausencia de una decena de diputados que responden a sus gobernadores y tuvo que esforzarse para alcanzar los 129 legisladores necesarios para votar los proyectos que impulsó, como el de YCF, el resarcimiento a ex trabajadores estatales y la expropiación del hotel Bauen.
La media sanción para que YCF sea sociedad del Estado se logró con 129 votos positivos reunidos entre el Frente para la Victoria (FpV) y sus aliados, más el apoyo fundamental de ocho opositores: Victoria Donda (Libres del Sur), Claudio Lozano, Víctor De Gennaro y Antonio Riestra (bloque Unidad Popular), Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Pablo López (FIT), y Alcira Argumedo (Proyecto Sur).
La alianza Cambiemos, el Frente Renovador, Compromiso Federal, el Partido Socialista y el GEN no participaron de la sesión, tal como habían anticipado cuando le solicitaron al presidente de la Cámara baja, el oficialista Julián Domínguez, que no hubiera avances en temas de peso hasta que no asumieran los nuevos legisladores y el presidente electo, Mauricio Macri.
La empresa YCF -creada en 1958 y privatizada en los 90- operará el yacimiento de Río Turbio en Santa Cruz. El proyecto ordena transferir al Estado los bienes, el personal y los pasivos de YCF, este último punto es uno de los objetados por la oposición. El proyecto declara «de interés nacional el desarrollo de la exploración y explotación del carbón mineral y sus derivados, como recurso para la generación de energía eléctrica».
El diputado kirchnerista Mario Metaza (Santa Cruz) defendió el proyecto. «Venimos a recuperar el patrimonio nacional», dijo.
Desde la oposición se denunció que demandará 5.000 millones de pesos al próximo gobierno y que «la única finalidad es darle la plata a Santa Cruz», donde Alicia Kirchner resultó la gobernadora electa.
El proyecto pasó al Senado para su revisión. En la cámara alta dijeron a «Río Negro» que la situación es complicada, pese a la cómoda mayoría del FpV.
«Está revuelto el estofado», resumió una fuente parlamentaria, que explicó que entre los feriados que hay por delante y los requerimientos técnicos, es difícil que el proyecto se convierta en ley antes del 10 de diciembre.
La jornada en Diputados tuvo momentos que rozaron lo vergonzante y dejó a la vista diferencias en el seno oficialista. Tras aprobar el proyecto de YCF, la cámara se quedó sin quórum porque dejaron sus bancas los riojanos oficialistas Griselda Herrera, Teresita Madera y Javier Tineo; trascendió que éste último estaba con licencia pero se presentó temprano en el Congreso, la dejó sin efecto y dio quórum. Se especulaba que los tres diputados se retiraron debido a una negociación del gobernador Luis Beder Herrera y su sucesor electo Sergio Casas con el próximo gobierno por fondos para La Rioja.
Ante la falta de quórum, la jefa de los diputados oficialistas, Juliana Di Tullio, pidió cuarto intermedio. Había enojo. «Que bajen todos / la p… que lo parió», cantó desde los balcones un grupo de militantes que exigía la presencia de los diputados, convirtiendo el recinto casi en una cancha de fútbol.
Sobre las seis de la tarde se supo que el diputado por Tucumán Benjamin Bromberg (FpV), primo del ex gobernador José Alperovich, posibilitaría el quórum para que la Cámara retomara la sesión tras varias horas de pausa y se aprobaran un centenar de proyectos.
Al despedirse de la presidencia de Diputados, Domínguez dijo que «no sorprende las dificultades» que tuvo el oficialismo para lograr quórum. «Si hay algo de lo que nos podemos sentir orgullosos es que nunca este Congreso votó una ley en contra de los intereses del pueblo argentino», cerró.