25 DE MAYO | Miriam González, expresidenta del Concejo Deliberante de 25 de Mayo y referente del kirchnerismo en el Frente Para la Victoria, soltó la misma metáfora con la que alguna vez Diego Latorre se refirió al vestuario de Boca: “25 de Mayo parece un cabaré”, dijo la ex edil, en una localidad donde ese juego de palabras es particularmente sugestivo desde que el intendente David Bravo fue condenado por abuso de poder a raíz de que habilitó de modo irregular un prostíbulo.
Ahora, la ciudad petrolera de la provincia aparece convulsionada por un nuevo remezón político: por alguna razón, el jefe comunal que aparecía como un feroz opositor al Gobierno Provincial cruzó elogios con el ministro de Bienestar Social, Raúl Ortiz, que es uno de los hombres fuertes del jorgismo.
El gesto cayó como un baldazo de agua fría entre los kirchneristas veinticinqueños, sobre todo aquellos que en la campaña electoral del año pasado pelearon contra Bravo en la interna (el intendente apoyó al marinismo-vernismo) y también en la general (Bravo respaldó la candidatura de Carlos Mac Allister por el PRO).
“Esto que ha sucedido es muy ingrato”, redondeó Miriam González. En declaraciones a www.radiokermes.com, dijo: “Siempre hemos pertenecido al kirchnerismo y al proyecto nacional y popular que el gobernador (Oscar Mario Jorge) y Compromiso Peronista estaban siguiendo. En las PASO nos vinieron a ofrecer eso y nosotros aceptamos porque el gobernador seguía a Cristina (Fernández de Kirchner). Apoyamos a Compromiso. Somos parte del peronismo, y estamos en contra, en la oposición al intendente actual”.
“No se puede desconocer porque desde hace muchísimo tiempo, especialmente desde 2008 en adelante, los representantes hemos hecho numerosas denuncias. Es un intendente procesado, tiene una condena y no podemos dejar de sorprendernos de que alguien que pertenece a Compromiso Peronista salga de lo protocolar para estar con el intendente. Lo protocolar se entiende y debe ser respetado, pero las palabras que usó el ministro (Ortiz) hacia el intendente fueron mucho más que eso”, protestó.
Para la exconcejala “hay una equivocación. Si bien nos sentimos en Compromiso Peronista, necesitamos aclaraciones de lo que ha pasado; por qué ha cambiado de actitud, cuando sabe todo lo que ha sucedido, no creo que esté al margen de la situación”.
Recordó: “No nos podemos olvidar las agresiones verbales hacia el gobernador. No le dijo cosas muy halagüeñas. Es inaceptable, incomprensible de parte de la gente de la localidad y de quienes nos creemos representantes de un sector que el intendente es lo mejor que hay”.
Insistió luego en que “estamos en contra de cómo se ejecutan las cosas”. Y reveló que el bloque peronista que se separó de Bravo difundió un informe que indica que se están gastando 108.324 pesos por día. “¿Y para qué? Ante esas actitudes, lo que ha hecho el ministro es desacertado. Eso necesitamos saber y por eso nos preguntamos qué ha pasado”, añadió González.
Relató luego que “en las PASO, Bravo jugó con Marín, le hizo la campaña a Espartaco. Cuando perdió en esas elecciones, votaron a Mac Allister. Nosotros no hacemos eso, mantenemos el camino elegido y no lo vamos a cambiar por nada ni por nadie. Queremos honestidad y transparencia, corrupción no. Y si tenemos que dar un paso al costado, lo haremos, pero no saltar de un plato al otro”.
Describió el escenario político actual: “El Concejo también ha sufrido un fuerte movimiento. El Movimiento Popular Veinticinqueño quedó con dos concejales y después con uno, porque Nicanor Romero se pasó al PRO. En el PJ, que estaba conformado por un vernista y un marinista, también se separaron e hicieron otro bloque aparte. Hoy el Concejo diría que tiene más bloques que concejales”, bromeó.
Analizó que “lamentablemente estamos dando un mensaje muy feo. Cuando uno cree en la política, y yo sigo creyendo aunque no crea en algunos políticos mafiosos, cada uno se cruza con cualquiera, cada afiliado es un número y no alguien para escuchar… Van solo a los votos y no interesa la gente, ni el compromiso, se está perdiendo todo… Y sí, parece un cabaré. Es lamentable. A veces es nadar en un mar de dulce de leche, todo cuesta muchísimo para estar en contra de la corrupción. Nos va a costar mucho tiempo volver a levantar una sociedad totalmente partida”.