El premio Nobel de la Paz falleció a los 95 años; fue el primer presidente democrático de Sudáfrica y marcó el fin de la segregación racial en su país. Ojalá alguno de los que hoy están en el poder, tomen un poquito de él. ¡No pedimos mucho!
los 95 años, murió Nelson Mandela , el padre de la nueva Sudáfrica y el gran líder que se convirtió en el protagonista de uno de los capítulos más trascendentales del siglo XX, logrando derribar el muro de la segregación racial.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunció noche en un conmovedor discurso televisivo a la nación la desaparición de su predecesor, y ordenó el luto nacional.
«Mandela murió serenamente en su casa de Johannesburgo», dijo el presidente. «Quiero recordar con simples palabras su humildad, su gran humanidad por la que el mundo entero tendrá para siempre gran gratitud para con él», agregó Zuma.
«Madiba nos unió y juntos vamos a despedirlo. Nuestro amado Madiba recibirá un funeral de Estado», dijo Zuma, visiblemente emocionado. «Expresemos la profunda gratitud por una vida vivida al servicio de la gente de este país y de la causa de la humanidad. Es un momento de profundo dolor. Siempre te amaremos, Madiba», añadió.
Un líder de la paz
Madiba, como se le conoce en Sudáfrica, quizás el estadista más amado del mundo y un «showman» natural, murió en Johannesburgo tras pasar los últimos años alejado de la vida pública.
Mandela pasa a la historia no solamente por ser el primer presidente democrático de Sudáfrica sino también por conseguir poner fin a la segregación racial. El premio Nobel de la Paz logró convertirse en héroe, no solo de una nación sino de todo el mundo.
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918, en Mvezo, un pueblo sudafricano con apenas 300 habitantes. Luego de la escuela secundaria comenzó a estudiar en el Colegio Universitario de Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes. Allí fue elegido como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, siendo más tarde expulsado junto con un compañero, por participar en una huelga estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941 completó sus estudios de bachillerato a distancia en la Unisa. Estudió derecho en la Universidad de Wiswatersrand, donde se recibió en 1942.
Dos años más tarde ingresó al Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Mandela al poco tiempo se convirtió en uno de los líderes de la Liga de la Juventud del Congreso, que llegó a constituir el grupo dominante del ANC.
LUCHA CONTRA LA SEGREGACION RACIAL
Su ideología se basaba en un socialismo africano, es decir, nacionalista, antirracista y antiimperialista. Aunque en un principio sólo defendían los derechos de su propio grupo, terminaron haciéndolo con la unión de los distintos grupos culturales de raza negra para desarrollar una estrategia común y así proteger sus intereses y luchar en contra del Apartheid, creado en 1948, cuando llegó al poder sudafricano el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando esta política.
En 1952, Mandela, luego de una represión que produjo 8000 detenciones, incluyendo la de él, fue recluido en Johannesburgo, donde estableció el primer estudio de abogados negros de Sudáfrica. Al cumplir su condena, reapareció en público tres años después.
Por su parte, en 1961, Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda Africa, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; mientras, continuaba dirigiendo el ANC.
Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas. De esta manera, en 1962, viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana, por lo que a su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Pero un juicio posterior, contra los dirigentes de la Lanza de la Nación, lo condenó a cadena perpetua en 1964, año en que fue nombrado presidente del ANC.
ENCARCELADO 27 AÑOS
Estuvo preso en penosas condiciones durante 27 años. Durante ese tiempo el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones para que fuera puesto en libertad. Fue así como el mito creció, convirtiéndose Nelson Mandela en un símbolo de la lucha contra el Apartheid, dentro y fuera del país.
Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, liberó a Nelson Mandela en 1990, convirtiéndolo en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993. Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, manteniendo a De Klerk como vicepresidente. Desde ese cargo Nelson Mandela puso en marcha una política de reconciliación nacional.
Al asumir su cargo de presidente renunció a una tercera parte del salario y creó el Fondo Nelson Mandela para la Infancia. «Si yo no hubiese estado en prisión, no sé si hubiera sido tan bueno con los niños. Estar preso durante 27 años sin ver niños es una experiencia terrible», aseguró.
LA SALUD DE MANDELA
En las últimas imágenes difundidas en abril de 2013 , durante una visita oficial presidencial, Mandela apareció muy debilitado, sentado en un sillón con las piernas bajo una manta y el rostro inexpresivo.
El héroe de la lucha contra el Apartheid, premio Nobel de la Paz en 1993, y que se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica, fue hospitalizado en enero de 2011 y en diciembre de 2012 por infecciones pulmonares, probablemente las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su encierro en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo.
En este penal pasó 18 de sus 27 años de detención en las cárceles del régimen del Apartheid. Obligado a picar piedra durante los años de su detención, el polvo afectó definitivamente a sus pulmones.
En 2012 Madiba se retiró a su pueblo de infancia, Qunu, en una región rural. Pero en diciembre fue trasladado en avión a Pretoria por razones de salud. A su salida del hospital sus familiares decidieron instalarlo en su residencia de Johannesburgo, situada a 60 kilómetros de Pretoria, para que estuviera cerca de los mejores hospitales del país.
Su estado físico fue un tema de preocupación en Sudáfrica por su avanzada edad. Desde 2010 volvió a aparecer en público, aunque se lo ha fotografiado y grabado en video en su casa de Johannesburgo, siendo un hombre venerado por su pueblo por haber evitado una explosión de violencia en la transición entre el régimen racista del Apartheid y la democracia, en 1994.
Esta transición le valió el premio Nobel de la Paz en 1993, compartido con el último presidente del Apartheid, Frederik De Klerk.
El arzobispo Desmond Tutu, otra de las grandes figuras de la lucha contra el Apartheid y también Nobel de la Paz, lo calificó de «icono mundial de la reconciliación». Durante sus años en prisión Mandela se convirtió en el símbolo de la opresión de su pueblo y en todo el mundo había manifestaciones y conciertos para pedir su liberación.
Muy debilitado por sus años en la prisión, Mandela tuvo su primer problema grave de salud en 1988 y fue ingresado, en régimen penitenciario, en el hospital de Stellenbosch, cerca de Ciudad del Cabo por una tos provocada por la humedad de la célula de su prisión.
Los médicos le diagnosticaron una tuberculosis y pasó seis semanas en el hospital antes de ser trasladado a una clínica más cercana a su prisión. En 2001, once años después de su liberación, fue tratado con radioterapia por un cáncer de próstata y un año después dijo estar curado definitivamente.
Fuentes: Agencias AFP, REUTERS, AP