El acuerdo entre el Ejecutivo provincial y la petrolera Petrobras naufragó en el debate legislativo y no habrá prórroga anticipada de la concesión de áreas de extracción de crudo y gas. La negativa supone el fin de la negociación anticipada de todos los permisos de 12 empresas que expiran entre 2015 y 2017. Las dudas técnicas y la fractura política del oficialismo resultaron claves para tumbar el contrato que aseguraba un bono fijo de 92 millones de dólares, un aporte al Desarrollo Social y Fortalecimiento Institucional de u$s 18.560.000 y el pago complementario de regalías del 3,5% de la producción mensual de petróleo y de gas.
Hubo 26 votos en contra y 17 a favor, con dos ausentes. El PRO y PPR fueron aliados del Ejecutivo, aunque, como se preveía, los partidos mayoritarios inclinaron la balanza para frenar la iniciativa del Ejecutivo.
La votación fue incluida en la sesión pocas horas antes, cuando los referentes de los bloques acordaron el orden del día en un aparente acercamiento entre el sector que responde al senador Miguel Pichetto y sus pares del Frente para la Victoria que se mantienen afines al gobernador Alberto Weretilneck. La crisis política no fue eludida durante la audiencia, aunque varios oradores dejaron entrever que había acuerdo para remitirse a los aspectos puntuales del texto a analizar.
El cipoleño Jorge Barragán fue el miembro informante del oficialismo e intentó rebatir las críticas. Destacó que Petrobras certifica normas ISO, por lo que es poco probable un daño ambiental irremediable y dijo que se aumentaría considerablemente la cantidad de pozos en actividad, lo que significaría mayor inversión.
Rechazo “técnico”
El bloque del radicalismo sumó una docena de votos en contra de la extensión del contrato de la petrolera brasileña. “Nosotros tuvimos la prudencia y la madurez de resumir todas las dudas y basarnos en el expediente cuando la situación derivó en una crisis política. Plantemos la prohibición de venta de los activos durante cinco años y el reclamo por la curva de producción, que era escasa. E insistimos en que la deuda de ingresos brutos debía estar en la negociación y el Ejecutivo no informó el estado de la causa”, manifestó Alejandro Betelú al adelantar la negativa radical.
Los argumentos técnicos, soslayados en la previa por los cruces internos del oficialismo, ayer tomaron mayor vigor, quizás para desligar la negativa de la fractura del Gobierno, que solo responde a posicionamientos electorales que apuntan a 2015.
LMC