Son tres dosis pero las niñas apenas reciben la primera.Su aplicación es obligatoria y gratuita en el país.
VIEDMA | Al igual que en el resto del país, en Río Negro «lamentablemente» no todas las niñas de 11 años completan las tres dosis de la vacuna que previene el cáncer uterino.
Esa es la realidad, según aseguró la jefa del departamento de Inmunizaciones del ministerio de Salud de Río Negro, Marcela González, al ser consultada sobre esta cobertura.
La vacuna inmuniza contra el Virus del Papiloma Humano -VPH o HPV- es una familia de organismos que puede afectar la zona genital-anal de las personas. Los de alto riesgo oncogénico pueden provocar la alteración de las células generando lesiones precancerosas, que con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en un cáncer. El más común es el de cuello uterino. El VPH se transmite por contacto sexual.
Según la funcionaria mencionada, de acuerdo a lo evaluado en diciembre «muchas niñas inician, menos cumplen su segunda dosis y muy pocas la tercera», sostuvo al admitir varios inconvenientes con la aplicación de esta vacuna empezando «por varios médicos que se niegan a recomendarla, muchos papás que no entienden que una vez ingresada al calendario no necesitan indicación médica, así que estamos con una controversia importante».
No obstante sostuvo que son varios los hospitales que han mejorado en estas aplicaciones gracias a un trabajo importante de los hospitalarios con las escuelas, por ejemplo. Amplió que en ciudades más grandes «hay inconvenientes porque algunos médicos desmerecen el valor de la vacuna y recomiendan no aplicarla».
Son tres dosis inyectables una cuando la nena cumple los 11 años, a los dos meses la segunda y a los seis de la primera la última dosis. González señaló que ante esta situación de no completar el esquema, Nación evalúa si en un futuro lo cambia con la aplicación de menos dosis.
Respecto de la cobertura en Río Negro la calificó de buena, teniendo en cuenta que «tenemos más del 85% de las niñas vacunadas pero lo que no vemos es un progreso. Con esta vacuna la adhesión fue buena porque muchas niñas iniciaron, menos cumplieron con la segunda y con la tercera como que se olvidan. Por otro lado tenemos un grupo importante de gente que se niega a vacunar a sus hijas al descreer de la vacuna porque han leído mala información, por ejemplo en Internet, sin que esté basada en estudios determinados serios y confiables. Pero, a veces, esa información prevalece más que lo que está establecido por norma, lo que está estudiado en el país»
En este sentido explicó que las vacunas que se incorporan cuentan con mucho estudio previo que se certica científicamente al aclarar que «como toda dosis que circula en el mundo existe la posibilidad de que hayan inconvenientes porque eso depende de cada una de las personas y sus reacciones ante un estímulo como un medicamento y la gente, a veces, se queda con ese efecto adverso aislado y no en lo bueno que es prevenir el cáncer uterino, en este caso, que es la principal causa de muerte de la mujer menor de 35 años».
González agregó que «en un principio se comenzó con una vacuna bivalente contra dos cepas nada más y ahora tenemos una cuatrivalente, es decir, mejoramos la calidad de la vacuna porque ahora Nación no solamente quiere prevenir el cáncer cérvico uterino sino también disminuir la aparición de las verrugas vaginales. Es decir que ahora se hace doble prevención porque esas verrugas son infecciones de transmisión sexual, las más prevalentes en la mujer».