Están detenidos en el Penal 3 de Bariloche mientras el juez Calcagno define la situación procesal. Están acusados de secuestrar al comerciante. La víctima contó el calvario.
BARILOCHE | Los dos imputados por el secuestro extorsivo de Gabriel Jara se abstuvieron ayer de declarar ante el juez Ricardo Calcagno. Se trata de un empresario y dueño de un campo de 70 años, de Catriel, y de un hombre de 48 años. Tras las indagatorias, fueron enviados al Penal 3, donde permanecerán alojados hasta que se resuelva su situación procesal.
Fuentes judiciales informaron que la defensa del empresario pidió la prisión domiciliaria y la incompetencia de Calcagno porque entienden que los hechos ocurrieron en Catriel.
Según la acusación del fiscal Eduardo Fernández, los acusan de privación ilegítima de la libertad, robo y abuso de armas. El jueves por la mañana un grupo de sujetos secuestró a Jara en su quiosco de Vicealmirante O’Connor y Sáenz Peña, de Bariloche. Luego lo trasladaron hasta la zona de Catriel, donde estuvo privado de su libertad y sometido a amenazas. Las fuentes relevaron que la víctima declaró que los secuestradores lo responsabilizaban del robo de unos 300.000 pesos del domicilio del empresario imputado (en un principio se habló de 500.000).
Un llamado al 911 alertó el jueves por la mañana que el comercio estaba abierto pero Jara no estaba. Policías ubicaron a la pareja de Jara, que denunció que habían sido amenazados y señaló al empresario y otra persona vinculada con el hombre como los responsables del secuestro.
Un empleado del empresario apareció el viernes con Jara en la unidad policial de Catriel. El hombre estaba deshidratado y tenía lesiones en varias partes del cuerpo.
Jara regresó el sábado a Bariloche y declaró ante Calcagno. El joven de 28 años relató que lo arrastraron y que lo mantuvieron atado a un poste varias horas.
Jara y su pareja trabajaron tiempo atrás para el empresario, pero hace un mes se mudaron y establecieron en Bariloche.
Según las fuentes, la pareja huyó atemorizada por las amenazas del empresario, que pudo ubicarlos en Bariloche porque dos días antes habían privado de su libertad a un sobrino de la pareja y su amigo. A los jóvenes los obligaron a revelar dónde estaba Jara. Por eso, viajaron hasta Bariloche. El hecho ocurrió en cercanías de Neuquén capital y se inició una causa penal en la justicia neuquina.