25 DE MAYO | Al cumplirse 6 meses de la primera denuncia, la palabra de las madres de los niños que sufrieron supuestos abusos en el jardín de infantes veinticinqueño, llevaron adelante una campaña de concientización en el día mundial de la lucha contra el abuso infantil.
El jueves por la mañana un grupo de padres se ubicaron en sectores céntricos de la localidad veinticinqueña para entregar folletos para la concientización y prevención del abuso infantil.
“Creemos necesario hacer visible esta problemática en nuestra comunidad, en distintos ámbitos. Hoy es importante que la gente conozca la nueva legislación penal, mediante la cual se modifica la prescripción de la acción penal de los delitos contra la integridad sexual de menores. A partir de la nueva ley, que ya está vigente, la prescripción corre recién a partir de que se realiza la denuncia, sin importar la edad de la víctima ni cuántos años hayan pasado desde que se cometió el delito”, indicaron.
Con el objetivo de minimizar los abusos y la explotación de la infancia, la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer pautó en el año 2000 El Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños, el cual es conmemorado cada 19 de noviembre.
En honor a esta fecha, organizaciones como Unicef realizan campañas de concientización y sensibilización del maltrato infantil.
En la localidad de 25 de Mayo, se cumplen 6 meses de la primera denuncia, radicada el 19 de mayo de este año, se conoció por medio de los dichos de los niños a sus familiares que durante el ciclo lectivo se habrían producido los abusos. Al hacer la denuncia, las palabras de los niños generaron la investigación judicial contra los docentes.
Según plantearon los denunciantes, bajo engaños se trasladaba a un grupo de chicos del mismo sexo desde el jardín de infantes a una quinta -que sería propiedad de uno de los docentes- con la excusa de realizar tareas de recreación al aire libre.
Los chicos habrían declarado en Cámara Gesell que en el “lugar secreto” (la quinta) había un escenario preparado. Después del “desfile”, los que se portaban bien tenían acceso a la “sala mágica”, un lugar donde había una cámara de video y de fotos. En sucesivos allanamientos a esa propiedad y las casas de los acusados, se secuestraron computadoras, celulares, cámaras filmadoras y fotográficas.