El fin de semana se registró otra ola de ataques a viviendas y autos de turistas. En la villa balnearia trabajan 130 policías, pero no alcanzan para la prevención en zonas alejadas del centro.
LAS GRUTAS | El principal balneario rionegrino vivió otro fin de semana signado por robos y hurtos. Tal como ocurrió durante el último fin de semana del año, en este primer «finde» de enero los vehículos estacionados en la Costanera y las casas y departamentos alquilados por turistas fueron blanco de delincuentes.
Fuentes policiales manifestaron que creció significativamente la violencia ejercida para acceder tanto a las viviendas como al interior de los rodados. Forzar puertas con barretas y destruir ventanas fue la dinámica más difundida para robar alojamientos. Con respecto a los autos, se presume que muchas cerraduras fueron violentadas con destornilladores.
En el caso del ingreso a las viviendas, se acrecentó también el número de elementos sustraídos en cada hecho.
Debido a esto la policía sospecha que los que comenzaron a operar son grupos que están más organizados, que cuentan con el apoyo de vehículos para huir con el botín.
Consignaron además que el robo de elementos tecnológicos (netbooks, notebooks, tablets) es el encabeza la lista de sustracciones. Especulan también que el grueso de lo robado no se «reduce» en el balneario, sino que se envía por encomienda al Alto Valle de la Provincia y a Neuquén, para su venta en el «mercado negro». Piensan que la mercadería sustraída también saldría a través de cómplices que simulan ser pasajeros, y utilizarían para su traslado el servicio que ofrecen diferentes empresas de combis, que poseen como destino final los lugares mencionados.
Lo cierto es que el crecimiento que experimentó la villa tanto hacia el ingreso Norte como hacia las playas del Sur hace que sea difícil controlar el área. Oficialmente la policía expresó que cuenta con 130 efectivos para cuidar la zona. Sin embargo, ayer desde la Comisaría 29 manifestaron que ese total, al organizar las guardias, se reduce a un número mucho más pequeño de personal disponible. Debido a esto, la enorme periferia de la ciudad no cuenta con vigilancia constante.
Con respecto a los hechos ocurridos entre sábado y domingo, hubo 8 denuncias por robo en el interior de automóviles. Cuatro episodios ocurrieron en la zona de Terraza al Mar, dos en La Rinconada y dos en Piedras Coloradas. De los autos sustrajeron cámaras, equipaje y sumas en efectivo que fueron de los $ 600 a los $ 800.
También se produjeron hurtos, por eso desde la policía reiteraron la necesidad de cerrar los rodados y reforzar las medidas de precaución.
En relación con las viviendas hubo cinco robos denunciados, uno en el barrio Golfo Azul, dos en el Bouchalaufquen (uno de ellos ocurrido en la calle Sierras Blancas), uno en un departamento de la calle Cipolletti y otro en una vivienda de la calle Sierra Colorada. En dos de ellos se llevaron sumas de $ 5.000 y $ 6.000 y en el resto electrodomésticos, cámaras, celulares e implementos tecnológicos.