En junio del año pasado, la concejala Liliana Retamales acusó a Ricardo Poyo de violencia de género. La Justicia rechazó la acusación. Poyo lo planteó en el Concejo y exigió una disculpa, pero la edila se negó y se fue entre llantos, diciendo que Poyo es “una persona sin escrúpulos”.
Un nuevo escándalo se produjo en el Concejo Deliberante de 25 de Mayo, esta vez a partir de un enfrentamiento entre los concejales Ricardo Poyo y Liliana Retamales. La nueva crisis se planteó cuando Poyo reveló que el Poder Judicial había rechazado una denuncia por violencia de género, que Retamales había hecho el año pasado: la edila rompió en llantos, se retiró de la sesión y acusó a Poyo de que “no le importa nada, es una persona sin escrúpulos”. Lo denunció por hostigamiento y violencia sicológica.
En la sesión, Poyo (PJ) incluyó un tema fuera del orden del día en el que dio a conocer que el fiscal Alejandro Masso desestimó la denuncia por violencia de género radicada por Retamales en junio de 2014. Le pidió entonces que se retractara y pidiera disculpas. Pero la concejal del Movimiento Popular Veinticinqueño abandonó el recinto.
El hecho se produjo en la primera sesión ordinaria. El presidente Nicanor Romero (PRO) habilitó a que Poyo diera a conocer la desestimación de la denuncia. Roberto Molina (Pueblo Nuevo) pidió que no se trataran temas de índole personal.
Retamales, sorprendida, dijo que se mantendría en sus dichos y que no iba a pedir disculpas: «yo no me voy a retractar de la denuncia porque creo que está bien hecha y en realidad si la tengo que volver a hacer la voy a volver a hacer, ya estoy decidida a hacerlo, pero no acá, en Fiscalía. Yo ya tomé mis decisiones y lo voy a volver a hacer porque yo me siento con derecho a ser protegida y si tengo que pedir policías para que estén en mi bloque lo voy a hacer, la justicia me lo tiene que brindar».
«Le dije que para mi no era una persona normal, necesita un psicólogo. Me pareció totalmente fuera de lugar y yo termine retirándome del recinto» expresó la concejal a Radio Municipal.
Después, la concejala fue acompañada por la Coordinadora del Área de la mujer Jesica Garrido. «Lo que pasó fue lamentable. Está totalmente fuera de lugar, porque hice la denuncia no para que se trate dentro del Concejo, sino para que la justicia actúe”.
Retamales denunció el pasado 5 de junio de 2014 que Poyo se dirigía hacia ella a los gritos en las audiencias, interrumpiendo cuando tenía el uso de la palabra o desprestigiando su labor, lo que “constituye una violencia moral inaudita, donde queda en evidencia una pretendida relación asimétrica, de quien se cree superior, entorpeciendo con manifestaciones, expresiones y ademanes, la labor como concejal y como mujer pretendo realizar, violándose los derechos, mediante un tipo de violencia psicológica…” reza la denuncia. El fiscal Masso la desestimó.
Retamales contó que «esto no estaba en el punto del día, ningún punto de la sesión de estaba, incluso a otras notas que si se pidió lectura y se pidió si ingresaban o no. Lo del señor Poyo -si se le puede llamar señor- entró directamente por boca de él y le empezó a dar lectura, a mi me pareció totalmente fuera de lugar. Terminé retirándome del recinto, porque para mi no es lo correcto. El concejal Roberto Molina que también dio a entender que no era el momento para tratar eso y el presidente del Concejo lo desestimó».
«Yo creo que él puede tener sus pensamientos de la denuncia y de las declaraciones que hice. Para mi no deja de ser violento una persona que te grita, te golpea la mesa o esta diciéndote cosas de tu gestión, que estás haciendo mal las cosas, que vas a ir presa, para mi eso termina en un momento que me ataca la cabeza todos los días y yo hice la denuncia en el momento que él hacia mi tuvo un agravio, me gritó, me golpeó la mesa, hay testigos que son los otros concejales y yo no se porque el fiscal la desestima, qué es lo que quiere él, ¿que una sea golpeada para tomar el caso?», interrogó.
Añadió: «En cuanto a Poyo. que quería que yo le pida disculpas, que me retractara de la denuncia, yo no lo voy a hacer, estoy en mi derecho, hice lo que tenía que hacer, si la justicia dice otra cosa yo tengo mis abogados que se están ocupando del caso. Para mi es algo personal que tiene con la gestión y de alguna manera él quiere hacer daño en algún lado, quiere romper esta situación la cual nosotros estamos trabajando y con esto de pedirle disculpas yo no lo voy hacer».
“No le tengo miedo”
Retamales aseveró: “»Yo dentro del Concejo como un concejal más a Poyo no le tengo miedo, si lo tengo que enfrentar lo voy a enfrentar, porque él no es el dueño ni señor del Concejo. Si en su casa tiene estas actitudes pobre señora, ¿no? Él me va a tener que respetar como corresponde, yo llegaré hasta las últimas consecuencias».
«En un momento me sentí con mucha bronca cuando el pidió las disculpas públicas”, confesó la concejala. Retamales apuntó que “mi familia ya sabe a qué atenerse, ellos saben, tienen prohibido mezclarse en estas cosas. A mis hijos yo les he dicho, nosotros vivimos en un contorno familiar en el que somos muy unidos, que no se metan, que esto lleva a que nosotros desbordemos el vaso. Creo que eso es lo que están buscando, que nosotros lleguemos a un estado de hacer justicia y eso no va a ocurrir, se los puedo asegurar», agregó.
Aseveró que “estas alturas a Poyo no le importa nada, no tiene límites, es una persona sin escrúpulos. Ojalá que este episodio no se repita, de ser así tendré que otra vez viajar a General Acha y seguir con esto, no me quedaré de brazos cruzados, soy una mujer, merezco respeto y especialmente de los compañeros de trabajo donde tiene que ser un ámbito de trabajo y tranquilidad”, completó Retamales.