Viedma | El objetivo es suscribir de manera conjunta un Protocolo de Actuación que establezca cómo deben actuar docentes y efectivos policiales ante determinados situaciones particulares comunes garantizando la integridad de la población y comunidad educativa.
En virtud de lo sucedido el pasado miércoles 14 de agosto en el CEM Nº 147 del Barrio Anahi Mapu de la ciudad de Cipolletti, la Jefatura de Policía de Río Negro propondrá al Ministerio de Educación y Derechos Humanos, la elaboración de un Protocolo de Actuación común, evitando que colisionen responsabilidades.
En tal sentido, el jefe de Policía, Fabián Gatti, indicó que “los hechos del miércoles merecen una profunda reflexión teniendo en cuenta las responsabilidades de los docentes respecto de la tutela de los alumnos, cuestión ineludible en tanto estén dentro de la escuela, así como las responsabilidad de los efectivos policiales ante una denuncia determinada que requiera de su intervención para poner orden y prevenir situaciones de riesgo por la eventual presencia de una persona armada en un establecimiento educativo”.
“El objetivo es no hacer colisionar ambas responsabilidades y alcanzar el fin común de preservar la integridad física y emocional de los alumnos y satisfacer las necesidades de custodiar su propia seguridad y la de los vecinos ante un eventual hecho de violencia, sobre todo recordando los antecedentes de luctuosos hechos generados por la presencia de armas en la escuela, como la tragedia ocurrida en un colegio de Carmen de Patagones años atrás. Indudablemente, estas situaciones ameritan reflexionar y actuar con responsabilidad”, agregó.
De esta manera, desde la Jefatura de Policía se propondrá al Ministerio de Educación y Recursos Humanos la suscripción conjunta de un Protocolo de Actuación que permita actuar tanto a docentes como efectivos policiales, cumplimentando cada uno con sus deberes funcionales sin que colisionen involuntariamente ante un caso concreto.
Cabe destacar que tanto los policías como los docentes deben aspirar a un objetivo común que es la preservación de la integridad física y emocional de los alumnos en los establecimientos escolares, y trabajar por una comunidad socialmente integrada, que desarrolle sus actividades en paz.