La deliberación policial requiere formalizar rápidamente la propuesta a los uniformados y la acción virulenta de ATE por una mejora parece aislada pero obliga a otros gremios a dejar su pasividad y volver con sus reclamos, como ocurrió la semana pasada con la Unter.
Además, la Justicia desestabilizó la estrategia gubernamental cuando formalizó esta semana un alza para diciembre del 12,5% en el Poder, fijando un acumulado del año del 38% en los jueces al 45% en las categorías menores.
Ese parámetro anual superará ampliamente al promedio en el Ejecutivo, que ronda entre un 27 a 28%. Sólo algunas categorías pasarán el 30%. Por ejemplo, la Policía después del forzado aumento a partir de enero después de la sublevación de diciembre del año pasado. Su masa salarial -que tiene también el impacto de los ingresos de agentes- subió en un 55%.
El flamante ministro de Seguridad, Gastón Pérez Estevan y el jefe policial, Fabián Gatti, se juntaron con el titular de Economía, Alejandro Palmieri. Repasaron alternativas de aumentos a la fuerza (con inclusión de penitenciarios), a partir de un diseño salarial propuesto por la Jefatura: establecer una suba porcentual y recomponer la escala (dañada con el aumento impuesto de $ 10.000 para los salarios iniciales); blanquear algunas sumas en negro (mejorando haberes de los pasivos y así apaciguar a los retirados); y considerar un mayor impacto del adicional por presentismo (destinado a reducir el alto ausentismo).
¿Porcentajes evaluados? Voceros policiales presionan con un 40%. En el gobierno niegan que se hable de números. Más allá de esos dichos, hay una aproximación ligada a los cálculos remunerativos de las policías neuquina y chubutense donde están planteando un 25%, con tramos. Una resolución rionegrina: la aplicación del aumento sería a partir de enero. Otra: el incremento sería progresivo y así respondería al criterio general, a diferencia del mecanismo impuesto por los uniformados en el 2014.
Igualmente, Weretilneck evalúa si anunciará el aumento definido en el acto de la Policía del 8 de diciembre. Desconfía que esa definición potencie reclamos en la fuerza u otros sectores. El mando de la Policía no tiene dudas en que se debe transparentar la mejora para neutralizar así cualquier estado deliberativo en la fuerza.
Fuente: Diario Río Negro (AV)