Cinco horas de repaso de pretensiones gubernamentales no alcanzaron para lograr definiciones del destino de los ingresos por las prórrogas petroleras. Esa resolución quedó para la semana próxima. funcionarios llegaron con demasiados planes.
El gobernador Alberto Weretilneck pretendía una inicial nómina de adquisiciones y ejecuciones, pero sus funcionarios llegaron con exageradas expectativas y sus pedidos superaban ampliamente las posibilidades, a pesar de la disponibilidad de algo más de los 1.130 millones de pesos de los fondos petroleros.
La reunión de Weretilneck fue en la Residencia y congregó a una treintena de funcionarios, a partir de los miembros de gabinete, titulares de organismos y empresas. Además estuvo el vicegobernador Pedro Pesatti y, fuera del gobierno, el concejal de Bariloche, Carlos Valeri, que -según se explicó- «presentó una serie de propuestas de obras para esa ciudad».
El mandatario propuso a los partícipes que se acomodaran porque sería largo ya que, según preveía, se quería retirar con conclusiones. No fue posible.
La información gubernamental manifestó que «en el encuentro se analizaron una serie de iniciativas para dar un rápido y efectivo cumplimiento». Una preocupación central es la tramitación de esas decisiones. En esa línea, los funcionarios abordaron la evaluación de operaciones conjuntas para la adquisición de vehículos o de equipos pero se advirtió de las dificultades por el volumen de expedientes o ejecuciones por venir.
La gacetilla consignó la elaboración de «un primer listado de prioridad de obras y de adquisiciones». Esa afirmación alude a la recopilación de las pretensiones volcadas por cada representante. Esa suma superaba los recursos petroleros, por lo cual se postergó la definición de una nómina, inicialmente para vehículos y equipamientos. El gobernador solicitó un recorte a las originales expectativas.
Una definición política del destino de los fondos petroleros -según la gacetilla- será «buscar la integración provincial, con obras que se distribuirán a lo largo y ancho de la provincia»; «la modernización para insertar definitivamente a Río Negro en el siglo XXI con la más moderna tecnología»; y «el equipamiento», procurando «un Estado más eficiente con el equipamiento necesario».
Weretilneck dividió el análisis en dos: la adquisición de vehículos y equipos; y las obras de infraestructura.
Vale recordar que Río Negro dispone de unos 1.130 millones de ingresos petroleros para esos objetivos. Río Negro Fiduciaria y Economía concentrarán la compra de equipamientos mientras que Obras Públicas hará lo propio con las construcciones, a pesar que después podría delegar algunas en otros organismos. Estas definiciones surgieron después de las fatigosas exposiciones de cada representante de áreas, con sus requerimientos.
En la infraestructura, Obras Públicas se retiró con las «prioridades solicitadas», pero también, todo quedará para la semana próxima cuando en otro encuentro con Weretilneck se pueda «concretar la utilización de esos recursos».