ROCA | Tras las elecciones legislativas del 27 de octubre el ex candidato a Senador Nacional por la UCR, Miguel Saiz, realizó un análisis del partido a nivel provincial y por el magro resultado obtenido en la compulsa electoral. Afirmó que “Si es necesario estamos dispuestos a dar un paso al costado, pero no para retirarnos, sino para dar el debate que la UCR se merece en condiciones de igualdad”. Hacia el interior del partido expresó que “hay que decir las cosas de frente, no sirve la hipocresía del abrazo de frente y la puñalada en la espalda”.
En primer lugar dijo “asumo todas y cada una de las responsabilidades que me correspondan, como cabeza de este proyecto político. Quedó claro que la sociedad de Rio Negro eligió otras opciones, y será necesario un profundo debate sobre porque llegamos a esta situación”.
Dijo que “la campaña tanto para las PASO como para el 27 de octubre no fue para nada sencilla, hubo ataques y hostilidades internas y externas, como la proscripción de un precandidato en el primer caso y la sistemática persecución judicial, de carácter eminentemente político, que se intensificó en el proceso electoral, una estrategia que inicio Carlos Soria con la complicidad de la entonces Defensora del Pueblo, y que ahora retoma por sus nuevos acuerdos políticos el actual vicegobernador a cargo de la gobernación.
“Sin dudas –agregó- no son éstas las únicas causas de la derrota, habrá muchas y yo asumo las principales, pero no puedo dejar de señalar a lo que nos enfrentamos desde hace mucho tiempo y que se acrecienta notablemente en las campañas electorales”.
“Todo se hace más difícil cuando a los ataques de afuera se suman algunos socios de adentro. En la política hay que hacerse cargo; yo me hago cargo y me voy a seguir haciendo cargo, pero hay que decir las cosas de frente, no sirve la hipocresía del abrazo de frente y la puñalada en la espalda”.
Reconoció “las dificultades por las que se atraviesa y la actitud que han asumido desde un tiempo a ésta parte algunos dirigentes que han olvidado que la UCR fue creado como una organización política para ocuparse de defender los derechos civiles de los ciudadanos, para sostener y reafirmar la democracia, para asegurar el bienestar general, tanto cuando le toca ser gobierno, como cuando se es oposición. No todos comprenden, evidentemente, que militamos en una fuerza política cuya principal bandera es el respeto por la democracia interna”.
Agregó “En este momento al radicalismo rionegrino le toca ser oposición y una oposición tiene que marcar cuáles son los graves problemas de la sociedad, y me parece que no todos los dirigentes asumieron la posición adecuada”.
Cuando Alem sentenció, “en política, como en todo, se hace lo que se debe y, cuando lo único que se puede hacer es malo, no se hace nada”, en una sola frase lapidó a los que conciben la política como oportunismo, orientó a hacer de la política una manera de dar de sí y no de recibir para sí, indudablemente la mentalidad política del fundador del radicalismo aglutinaba purismo, probidad y obstinación.
Dijo que “Más allá de estas consideraciones que tenía la necesidad de compartir, insisto que asumo mi responsabilidad ante el resultado electoral del 27 de octubre y también la cuota parte que me toca a favor y en contra de los 28 años de gestión radical en la provincia y también, por supuesto, respeto absolutamente la decisión popular de los rionegrinos”.
“Pero debo insistir, a fuerza de seguir equivocándome, que no puedo comprender a un gobierno que tardo dos años en poder inaugurar su primera obra pública de su gestión, un gobierno que no encuentra una política carcelaria y mucho menos medidas adecuadas para luchar contra la inseguridad, que la gente se muera por falta de insumos en los hospitales o por falta de ambulancias, un gobierno al que no le interesa los que menos tienen, que maltrata, persigue y sanciona con perversidad, un gobierno sin proyecto y sin acción”.
Definió que “El radicalismo debe seguir insistiendo en la necesidad de cambiar las cosas. No nos podemos acostumbrar los rionegrinos a vivir así. Posiblemente no era éste el momento de debatir y comparar el modelo de provincia, quizás no se tuvo la capacidad de convencerlos que es necesario equilibrar las acciones hegemónicas del gobierno nacional”.
“La rica historia de la Unión Cívica Radical al servicio de los intereses nacionales y populares nos obliga a que en este presente fortalezcamos nuestros principios y propuestas programáticas y que actuemos con criterio pluralista con quienes, al igual que nosotros, quieren otro destino para la provincia”.
Dedicó un párrafo de agradecimiento “a quienes acompañaron el proyecto, tanto a las nuevas figuras que se sumaron a la lista de candidatos, como a la dirigencia partidaria y simpatizantes por su empeño y dedicación, y por supuesto a los rionegrinos que confiaron en la propuesta”.
Afirmó que “Si es necesario estamos dispuestos a dar un paso al costado, pero no para retirarnos, sino para dar el debate que la UCR se merece en condiciones de igualdad”.
“Tenemos dos años por delante. Dos años de arduo trabajo, de una necesaria y verdadera renovación partidaria, de construcción de consensos, de diálogo, de generación de nuevos líderes, de recuperar vínculos, en eso debemos depositar todos nuestros esfuerzos, finalizó”.