La Secretaría de Ambiente de la Provincia trabaja en el aspecto técnico para determinar la factibilidad de la planta de tratamiento de residuos del petróleo.
Le secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) de Río Negro trabaja en el aspecto técnico para determinar la factibilidad para que la empresa Treater SA instale una planta de residuos especiales en Campo Grande.
El 28 de diciembre pasado se realizó una audiencia pública en la localidad rionegrina en la cual la empresa brindó detalles del proyecto que permitirá que Río Negro cuente con una planta de tratamiento de residuos especiales, principalmente de hidrocarburos. Treater, que hace el mismo trabajo en Añelo, presentó un extenso estudio de Impacto Ambiental que desde hace meses está en poder de la secretaría.
La responsable de la cartera, Dina Mignai, detalló ayer que “se está trabajando en el aspecto técnico”, y agregó que la definición podría demorarse “un poco”. En la audiencia que se desarrolló en Sargento Vidal, Migani le adelantó a “Río Negro” que en febrero podría conocerse la decisión.
El proyecto de la empresa es ubicarse en el kilómetro 55 de la Ruta Nacional 151, sobre el ejido de Campo Grande. La superficie para la instalación de la planta es de 45 hectáreas; 500 metros por 900 metros.
A la vera de la ruta, sobre el margen oeste, se podrán ver las instalaciones de la planta que tendrá una inversión de 7 millones de dólares aproximadamente y la creación de varios puestos de trabajo.
En el estudio de impacto ambiental, Treater presentó el proyecto sobre las medidas de prevención y minimización de riesgos que propone la empresa. La firma presenta un gran abanico de tratamiento, pero sus principales cliente serán las empresas del sector hidrocarburífero.
En el texto, y en la audiencia pública, el responsable del informe, Alberto Montofano, admitió que el aire es el principal impacto negativo ambiental que tendrá el tratamiento para residuos especiales.
La lejanía de los centros urbanos, el más cerca es Sargento Vidal a más de 20 kilómetros seguido de la zona del Alto Valle hacia el sur, a más de 80 kilómetros en sentido norte está Catriel, puede ser clave para la aprobación final por parte de la secretaria de Ambiente.
La empresa le alquiló la propiedad con opción a compra al dueño del terreno. En las inmediaciones del lugar no hay actividades económicas ni presencia de viviendas, salvo el propietario del terreno que vive a unos 600 metros al sureste de la fracción que ocupará Treater.
El proyecto contará con al menos 8 pozos de monitoreo que sirven para controlar posibles contaminaciones de las napas de agua. Son excavaciones que se hacen alrededor de las locaciones de tratamiento y se usan para hacer muestreos de agua bajo la planta y detectar posibles filtraciones hacia los acuíferos.
El lugar es estratégico porque está a pocos kilómetros de los yacimientos que pertenecen al ejido de Catriel donde se encuentra la mayor producción hidrocarburífera de la provincia.
Una gran superficie
45 hectáreas tiene la superficie que ocupará Treater sobre el sector oeste de la Ruta Nacional 151. Son 500 metros por 900 metros.
La empresa informó sobre un plan de contingencia ambiental
La empresa diagramó un plan de contingencia ante la posibilidad de generar pasivos ambientales, con el fin de contrarrestar el impacto ambiental. El aire y el suelo tendrán un impacto negativo en el procedimiento diario de la planta. La firma asegura que se hará un monitoreo diario para controlar las pérdidas que pueda presentar algunos de los recursos que se usan; equipos, motores o depósitos. En el estudio de impacto ambiental informó que ante cualquier derrame se notificará a la secretaria de Ambiente que será la responsable de la inspección ambiental.
La empresa está obligada a realizar evaluaciones de la calidad del aire respetando la norma de aire ambiental a partir de un decreto de Buenos Aires, o los que pueda disponer el ente regulador.
Treater le informó a Ambiente que contará con un equipo portátil de medición para evaluar los gases y semestralmente se realizará una auditoria externa para controlar la calidad del aire y las emisiones gaseosas que genere la planta.
El agua tendrá un monitoreo y estudio de su calidad mensualmente, aclaró. La empresa se compromete a tratar cualquier pasivo ambiental que genere en el lapso de 24 horas con un control de 15 días corridos.