VIEDMA | El gobernador Alberto Weretilneck anunció ayer que los aguinaldos se abonarán juntos con los haberes de diciembre. «Se pagarán el 3 de enero», declaró.
En realidad, el cronograma comenzaría ese día y se extenderá –por lo menos– por una semana porque no hay posibilidad de pago al Estado en una jornada. Otra traducción significa que la provincia no abonará nada antes de las fiestas, cuyo cobro siempre conforma un anhelo de los estatales. Ese objetivo se cumplió en líneas generales, con la cancelación del SAC en los últimos años y, en los ejercicios más complejos, el adelanto de una suma fija a cuenta.
Ayer, en diálogo con LU 19, Weretilneck sorprendió con el anuncio sobre que el pago será conjunto con los salarios, pero todo en enero. Manifestó que la provincia está cerrando justito y muy apretados». Habló que esas obligaciones se asumirán con el dinero propio de la provincia y con el préstamo que estamos tramitando ante cinco bancos».
Ese crédito de 250 millones no logró todavía la autorización de Nación pero aún se está a tiempo de su concreción. Así, el apuro del anuncio ofreció especulaciones. Fuente oficiales no descartan que finalmente se decida la entrega de un monto fijo antes de la Fiestas.
Anoche, Weretilneck manifestó que «hoy, no hay posibilidades» de esa cancelación parcial, pero «lo veremos con la evolución de los ingresos y obviamente, si estamos en condiciones lo vamos a hacer».
Concluido un acto por la iluminación de la Costanera de Viedma, el mandatario explicó que a principios de enero «se está dentro de los plazos de la ley» y «no hay que molestarse», además «se están pagando los aguinaldos en forma conjunta». Habló que es «respetuoso, pues lo decimos con el suficiente tiempo para que los estatales puedan organizarse para pasar las fiestas».
Por ahora, la noticia impactó en los estatales y, consecuentemente, en los gremios. Generó malestar y suspicacias. Ayer, en diálogo con «Río Negro», el secretario general de UPCN, Juan Carlos Scalesi, sintetizó ambas sensaciones. Adelantó «reclamos por no estar conforme», pero también habló de «una jugada –que incluyó al ministro Alejandro Palmieri– para no pagar aumentos en enero y demorar la discusión salarial hasta marzo». Recordó que UPCN tiene un Plenario el 20 de diciembre y adelantó que el slogan será nos vamos desilusionados y vamos a volver con bronca», en referencia al reinicio al regreso a la actividad después del habitual receso estival. Por su parte, ATE se declaró en estado de Asamblea Permanente y convocó urgente al Consejo Directivo para la semana próxima. No se descartó que se «inicien medidas de acción directa».
Ese gremio –que conduce Rodolfo Aguiar– aseguró que los empleados públicos «no pueden, bajo ningún punto de vista, aguardar hasta el próximo año para percibir sus aguinaldos», conformando «parte del cronograma normal y habitual».
Advirtió que se «ocasionaría un grave perjuicio y se violentarían todos los derechos» si el gobierno insiste «con esta fecha y se niegue a los trabajadores percibir ingreso alguno antes de las fiestas». En un comunicado, ATE entendió que con esa demora, conjuntamente «con los bajos salarios actuales y la creciente pérdida del poder adquisitivo», «se genera una situación personal y familiar, en cada uno de los hogares, que resulta imposible de sostener».
Recordó que la realidad del año pasado fue «distinta porque los aguinaldos se cobraron con anticipación generando un alivio en los ingresos de todos los estatales». Concluyó que los trabajadores no están «dispuestos a pasar las fiestas con amargura» porque «no pueden esperar hasta el próximo año para cobrar el aguinaldo».
Fuente: rionegro.com.ar