Agonizó 15 días. Lo alcanzó una bala en su casa. Presuntos autores piden garantías para entregarse.
NEUQUÉN | Rodrigo, el niño de 11 años que recibió un balazo en la cabeza mientras miraba televisión en su casa, murió ayer después de 15 días de agonía. Los presuntos autores del disparo siguen prófugos aunque están identificados, y sus defensores pidieron garantías a la Justicia para entregarlos.
La muerte de Rodrigo fue confirmada ayer por fuentes judiciales, que dispusieron además la realización de la autopsia.
La investigación apunta a dos jóvenes que se movilizaban en moto. Uno de ellos sería hermano de otro muchacho que sufrió graves lesiones en un ataque a tiros sin vinculación con este caso. Los investigadores tienen en su poder el arma que habría sido utilizada. La entregó un joven que en principio fue considerado sospechoso del crimen, aunque luego quedó vinculado como testigo.
El ataque se produjo el 20 de agosto pasado a la 1:40 en calle Ruca Choroi y Cipolletti de Villa Ceferino. Según la información reunida hasta el momento, los autores pasaron en moto y dispararon desde la calle hacia la casa.
Según relató a «Río Negro» la madre de Rodrigo, Jenni Vejar Correa, «pasaron tirando y mi hijo Rodrigo estaba en la planta alta (de la casa) mirando dibujitos. Después de que terminaron de disparar salí a mirar quiénes eran, y cuando entré subí rápido a ver a mi hijo porque no se escuchaba nada. Al entrar a la habitación lo vi desvanecido en la cama; mi marido lo levantó en sus brazos mientras se desangraba y lo trajo en el auto a la clínica».
Unos días después, la mujer esbozó una hipótesis: dijo que a su hijo lo hirieron por «una apuesta» de un adulto que desafió a los agresores y hasta les proveyó las armas para el ataque. «Mi hijo está ahí por una apuesta. Porque hay una persona que les dijo (a los agresores), en el dialecto de ellos, que no les daba para bajar a uno. Y ellos le dijeron que no tenían armas por lo que esta persona les facilitó las armas. Esta es la versión que nos llegó a nosotros», contó.
La herida que recibió Rodrigo en la cabeza fue de tal gravedad que las esperanzas de recuperación fueron siempre escasas. Su familia admitió que esperaba un milagro.
Los sospechosos, acusados de homicidio, se mantienen prófugos. Sus defensores, Facundo Trova y Alejandro Bustamante, presentaron un pedido de eximición de prisión que les fue rechazado por el juez de la causa, Mauricio Zabala. Recurrieron entonces a la Cámara de Apelaciones, que aún no se pronunció. Trova reiteró ayer que quieren garantías de que sus defendidos no serán golpeados ni alojados en la Unidad 11, y que serán alimentados.
Fuente: rionegro.com.ar