CIPOLLETTI | Un salario inicial «de bolsillo» de 10.000 pesos acordaron anoche, cerca de las 0:30, los representantes del gobierno provincial y los delegados de los oficiales y suboficiales de la Policía Rionegrina. A ese monto básico se sumarán 10 pagos de 600 pesos no remunerativos para la compra de uniformes. El acuerdo, que al cierre de esta edición sólo se conocía de manera extraoficial, llegó luego de cuatro horas de negociación en Cipolletti, seguidas minuto a minuto desde la vereda por unos 400 policías activos y retirados que habían viajado desde distintos puntos de la provincia para acompañar a los más de 30 delegados que participaron de la reunión.
Pasadas las 20 comenzó el encuentro entre el gobierno de Río Negro y los representantes de los policías que reclamaban significativas mejoras salariales y en las condiciones laborales en general.
Pasadas las 23 los representantes del Ejecutivo habían hecho una propuesta que acercaba a 8.000 pesos el salario «de bolsillo» inicial para los efectivos y cada parte había pasado a analizar posiciones en un cuarto intermedio. Los voceros policiales, sin embargo, insistían en que no aceptarían menos de 10.000 pesos «limpios» como salario inicial. Y conociendo la postura los representantes del gobierno se abroquelaron a puertas cerradas para deliberar una segunda proposición.
«Casi, casi», respondió el ministro de Seguridad, Oscar Albrieu, cuando en el primer cuarto intermedio de la reunión, cerca de las 23:30, los periodistas le preguntaron si ya habían llegado a un acuerdo por el salario mínimo, que era el primer punto de la lista de demandas.
La reunión estaba convocada para las 20 y a último momento, cuando ya los manifestantes se habían instalado frente a la Regional Quinta y en la plaza más céntrica de Cipolletti, se cambió el lugar de la sesión y los delegados de los policías debieron trasladarse hasta la municipalidad, ubicada a unos 150 metros del punto original de reunión. Allí, en el quinto piso, comenzó la negociación que al cierre de esta edición avanzaba hacia el resto de los puntos secundarios del reclamo.
El jefe de la Policía Fabián Gatti, el ministro Albrieu y su par de Gobierno, Luis Di Giacomo, fueron los primeros en sentarse a la mesa de negociación. El gobernador Alberto Weretilneck nunca llegó a la reunión, pese a que durante todo el día se había dado por asegurada su presencia y hasta se la había anunciado de manera oficial. En su lugar participó Diego Palma, uno de sus más cercanos colaboradores. Recién después de que todos los funcionarios estuvieron acomodados, ingresaron al salón los referentes designados por los jefes de cada Unidad Regional. Eran seis por cada una de las regionales «grandes» (Viedma, Roca, Cipolletti y Bariloche) y dos por las de menor jurisdicción (Choele Choel y Línea Sur), además de un puñado de representantes de los policías retirados.
Éste es «el inicio de la sindicalización de la Policía de Río Negro», vaticinó Carlos Roquer, uno de los representantes de los policías de la zona de Roca aun antes de terminar el encuentro.
El petitorio de los policías exigía un salario bruto de 12.000 pesos para el agente recién ingresado y sin cargas de familia, con la idea de obtener un sueldo de bolsillo cercano a los 10.000 pesos, tal como se acordó para la policía de Neuquén (ver pág. 6).
Otro de los ejes de reclamo es que se garantice el pago de aguinaldos al personal policial antes de Navidad. Ese punto, según trascendió apenas comenzó la reunión, ya tuvo aprobación del gobierno.
También se acordó pasada la medianoche que la mesa de negociación se reunirá trimestralmente para hacer un seguimiento de la situación laboral y salarial, fijando el 18 de febrero como la fecha de la primera reunión.
Fuente: Redacción Central – Diario Río Negro