Triaca no se presentó al encuentro que mantuvieron ayer las empresas y los gremios. De todos modos, no hubo ninguna oferta salarial para abrir la discusión.
La reunión entre los gremios y las empresas petroleras terminó ayer de la peor manera. No hubo oferta y ni siquiera se dio inicio formal a la paritaria porque el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se ausentó y pidió postergar el encuentro para el jueves que viene.
Ante este panorama, tanto el sindicato de Petroleros encabezado por Guillermo Pereyra como el titular de Jerárquicos, Manuel Arévalo se levantaron de la mesa.
Pereyra aseguró anoche a “Río Negro” que hoy se definirá en asamblea si se toman medidas de fuerza. “El panorama no es bueno. Llevamos dos meses y no tenemos ninguna respuesta”, graficó el sindicalista.
El caso de Jerárquicos es distinto porque está dentro de un proceso de Conciliación Obligatoria. De todos modos, Arévalo dejó trascender su enojo. “Lo que pasó no nos cayó nada bien”, señaló ayer, luego de retornar a la provincia.
Aseguró que buscan mantener el cauce de la conciliación, lo que podría acelerar un nuevo encuentro.
La pax petrolera a la que se había arribado el lunes, luego de un encuentro en la Casa Rosada parece rota. Tras la intervención del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, los gremios se mostraron esperanzados de que hoy se abriera formalmente la paritaria con la presencia de Triaca.
Sin embargo, el ministro no estuvo presente y pidió postergar una semana más la discusión.
Mientras tanto, en los yacimientos, el enojo es cada vez más palpable. A las dudas sobre la continuidad laboral se le suma la postergación de un acuerdo salarial, lo cual también presiona sobre los dirigentes sindicales para que busquen una respuesta.
Por el lado de las empresas, en tanto, la estrategia parece ser dilatar la cuestión. Las firmas de servicios petroleros jugarán hoy una carta: pedirán suspender las paritarias hasta que la situación del sector mejore (ver aparte).
Pero las que tienen la llave del acuerdo son las operadoras. Según trascendió, YPF estaría dispuesta a otorgar un incremento en cuotas, que luego debería trasladar a sus contratistas a través de mejoras en los convenios.
Esta oferta, sin embargo, está atada a que el gobierno nacional haga efectiva su promesa de devolver la deuda que mantiene con las petroleras por subsidios atrasados que, según quién ponga el número, oscila entre los 1.200 y los 2.000 millones de dólares, una suma que de cualquier manera impacta en las cajas.
Diferencias
40%
es el incremento que solicita el gremio de petroleros, de los cuales 32 puntos corresponden a este año.
30%
es el número que, trascendió, podrían ofrecer las empresas, en cuotas, en caso de que les paguen la deuda por subsidios.
Empresas de servicios
Buscan frenar aumentos
Las empresas de servicios petroleros nucleadas en la cámara Ceope buscan postergar las paritarias hasta que la situación del sector petrolero mejore.
Según pudo conocer este medio de fuentes empresarias, las firmas harán público hoy un comunicado sobre el tema, que denuncia una fuerte caída de la actividad y la imposibilidad de afrontar subas salariales.
“Lo que pasó es que nos quedamos con más personal del que la actividad requiere. Es como construir una obra de 200 metros cuadrados con obreros para una obra de 1.000”, graficó el gerente de una firma internacional bajo reserva de nombre.
De forma paralela, las empresas presionarán para sostener el procedimiento preventivo de crisis, que contempla suspensiones rotativas y descuentos salariales. “Es la única alternativa real a los despidos”, enfatizó el empresario, y dijo que hay unos 1.200 puestos de empleo en riesgo.